martes, 6 de noviembre de 2007

la imagen, el zombi.

la imagen, el zombi.

“la imagen como forma específica de existir, como una forma de privatizar lo público (pero no al modo en que el poder acostumbra a hacerlo). Deslizarse por la piel del mundo. Hacer imagen, sacar al zombie, al muerto-vivo. Poner en juego el apetito visual en un estado primario, propiciando el milagro del no-muerto, del no-vivo, de la suspensión, de la denegación- de la vida y de la muerte”.

Teresa Arozena: “cuerpos inestables”


“En un tiempo desvitalizado sin referencia estable, sin coordenada mayor, cruzando solo el desierto, transportándose a sí mismo sin ningún apoyo transcendente. La soledad se ha convertido en un hecho, una banalidad al igual que los gestos cotianos. Una estética fría de la exterioridad y la distancia pero de ningún modo de la distanciación.”

“La indiferencia pura” en “la era del vacío” de Gilles Lipovetsky.

“La belleza de lo contingente es la que celebra tanto el temblor de lo que nos es dado como la sombra de lo que nos falta”.
“Elegir lo contingente” Fernando Savater.

Estetica de la superficialidad (mirada de pájaro) y lo siniestro.

Extractos del diario: sobre la contingencia.

El mundo es una representación
Un mundo de reflejos de reflejos de reflejos.

Y solo tenemos la certeza de que vivimos y moriremos.

Jugar al “veo-veo” es un ejercicio de contingencia.

Vivir es un intento por sobrevivir.
Y sobrevivimos aunque sea solo con palabras ininteligibles; imágenes y preguntas.

La reconstrucción es un ejercicio de contingencia
El eco.

Cualquiera puede construir historias a partir de ausencias.
Lo que tenemos es el aquí y ahora; un desierto paradójico.
Sin altares.
“oasis”.

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