miércoles, 5 de marzo de 2008

Estilo- lenguaje

Nos deslizamos en un circuito continuo de imágenes. Los objetos, las imágenes se deslizan, se reproducen, mutan, se pierden, el circuito es tan solo apariencia de movimiento. Estamos estancados en el desierto, sin referencias estables, desorientados.
Zombis sin conciencia, vacíos de memoria. Insistir en el lenguaje es alimentarse de memoria, luchar con el sueño.
Todo se suspende, y el primer paso para no caerse es agarrarse fuerte.
Mirar, interpretar, es hacer memoria.
Nos reconocemos entre las imágenes de nuestro álbum, no en el espejo. Somos fragmentos esparcidos de aquí o allá. Y en cada viaje encontramos un espacio, un camino y un sujeto distinto. La historia siempre es otra. El álbum siempre incompleto.

Pintar es pasar por el pasillo, buscar las metáforas ocultas, atmósfera; la imagen es el pasillo.

El atlas “Mnemosyne” de Warburg, Richter, las películas de Godard, los telediaros, etc.

Sumar imágenes es acumular memoria. Sumar imágenes para construir memoria: imagen. Construir imágenes con sentido, alimentarse de sentido. Devolver a la mirada la imagen escondida, la imagen falsa, lo siniestro, lo conocido y el miedo.

Esto pretende ser un espacio para tomar distancia, un espacio para recoger la otra cara de nuestro trabajo de campo, poner la cosecha en relación, dialogar y seguir en nuestra carrera enloquecida de construcción de imágenes.